Poemas

Como una silla de mármol

Y me dio un reloj que no andaba

y el reloj marcaba un tiempo

de otros tiempos, cuando las mujeres

saludaban entornando los ojos

y yo dije (en tono solemne,

estúpido como siempre)

“Un reloj detenido puede ser

un excelente pisapapeles”.

 

En esta parte de la historia

la lluvia le impone silencio a los tejados.

 

¡Perdón, mujer desconocida,

sé que nunca más aparecerás en mis sueños!

 

Y volví a dormirme,

solo y triste, como una silla de mármol

en un baile de egresados,

sin saber si el tiempo de las colaciones

sucede en una cama.

Mujer del detenido reloj

que no volviste a aparecer en sueño alguno,

perdóname.

Como van las cosas

lágrima serás, gota de esperma ocasional.

Serás ¡ay! no sé, no sé,

algún océano.

 

Rogelio Ramos Signes-

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