Poemas

Crisálida

Ella compra un ticket sin destino

sube al tren del andén once

en el asiento 41 suelta la crisálida

que encerré en el cenicero hace años

cierra los ojos

y cuando los vuelve a abrir

la vieja del poema de Lawrence Ferlinghetti

sigue diciendo:

 

mia mascotta, mia mascotta

 

mientras por la ventana aparece una cabaña

al borde del mar

envuelta en miles de mariposas amarillas.

 

Andrés Bohoslavsky-

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