Poemas

Aquellos domingos

Mi padre prepara el asado,

conversamos de nuestras cosas,

de esta rara costumbre de estar vivos

en el torbellino de los días.

El vino decanta las horas

y el sol asciende hacia el mediodía

mientras su vieja Spica

ordena el país y el mundo

desde el informativo de las 13.

 

Del libro Postales y Fotografías

Daniel Abelenda Bonnet

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