Es mágico el jilguero
trinó para César,
para Cleopatra,
para Darío,
para Agüero
y para nosotros.
Siempre la misma armonía,
siempre la misma magia,
su trino atraviesa el tiempo
y se mantiene intacto.
El hombre,
por su empecinamiento con la guerra
muchas veces
dejó escuchar su amargo llanto.
Hilda Augusta Schiavoni