Poemas

Madre

Yo sé que no te has ido madre

que te quedaste en mí, toda en mí, o si no toda

tal vez en parte.

Me miro en el espejo de los días

y cerrando los ojos te veo a ti en mí;

en la cara, en los ojos, en las manos,

en ese andar presto

por la casa

buscando algo sin saber qué

pueda que un hijo que se encuentra lejos,

un padre que no está, o una palabra

para decirla bajito,

escucharla en silencio

como se lee una carta amarilla y arrugada

de los seres amados que no están

pero dejaron sus lugares

en el alma.

Yo sé que no te has ido madre,

que estás al lado mío como siempre;

con tus manos redonditas

como lunas de azúcar acariciando mi frente

a veces afiebrada.

Yo sé que no te has ido, madre;

ayer te busqué y te encontré en tus cartas,

estabas de regreso, de nuevo en casa,

con tu paso menudo, y yo a tu lado

buscando hasta encontrar esta palabra

para decir tu nombre en esta carta,

para gritarte en el oído,

Madre, no te vayas, por favor, no te vayas;

quédate a nuestro lado para siempre

o por lo menos hasta que yo me duerma

eternamente

encogido y abrigado, sobre tu falda.

 

Gustavo Córdoba-

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