Como un naufragó en una isla, me encontraba yo con la soledad como única compañía, en las tardes hacia un fuerte Sol y por la noche la lluvia reflejaba mi melancolía.
Los días pasaban y entre horas y semanas mi auto estima se debilita y como una gran ola azota una embarcación, así lastimaron mi corazón y por ese motivo naufragaba yo.
Mientras pasaba el tiempo buscaba una solución, alguien que me ayude a superar la soledad que había en mi corazón.
Y como una estrella fugaz apareció hoy, le pedí a ella que me quite la soledad y me deje entrar en tu corazón.
Hoy está muy distante, pero sé que pronto podré tocar, esa luz brillante que tiene su sonrisa que es como aquella estrella fugaz que me ilumino aquel día.
Su sonrisa me ilumina, y usted es mi más bella compañía y cuando al fin estemos frente a frente morirá mi agonía y con un beso de sus labios mi corazón se llenara de alegría.
Roberto Vera-