Poemas

Circunscrita

Me circunscribe el pálpito que humea en el fuego,

la pócima ancestral de la danza,

la plural telaraña que nos hizo creer

que éramos mariposas inconclusas

sobre las húmedas laderas de Macondo.

 

Me circunscribe el beso,

los charcos asustados de este siglo

que en torrencial lujuria

me atraviesan entera.

Esta incorregible y desdoblada nostalgia

que me invade cuando amo otras metáforas,

otros desasosiegos…

 

La memoria me cabe en una gota de agua

escondida con las niñas

que tiemblan en mis ojos.

En el cerrojo que aprisiona

esta mortaja a medio terminar

y cada punto cruz que se bordó en mi cuerpo.

 

Me circunscribe, ambigua y locuaz,

un corazón rebelde, todavía de pie

en mitad de este cuerpo.

Los sonetos de Shakespeare,

aquel réquiem de Mozart,

la trova de Serrat o de Pablo

y el roce despistado de tu mano en mi pierna

cuando me vence el sueño.

 

Me circunda la ausencia del ángel

que me guarda de ser siempre perfecta,

de solapar el veneno y la duda

y de usar la palabra precisa

cuando debo callarme.

 

Del libro La soledad del ébano

Lucía Alfaro-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *