Poemas

Miedo

Un niño ha quedado solo, sentado en el cordón de la vereda. Tiene los codos apoyados sobre sus rodillas y con las palmas de sus manos sostiene la desolación de su rostro. Junto a él llora un árbol de hojas livianas, y por el fondo crece la tristeza de un cerro en la intemperie. Hay una sensación de que todos se han ido ¿dónde?. El niño mira la calle larga y puede ver en la distancia a la multitud que se aleja llevando carros cargados de ropas y animales. Es inútil; su llanto ya no puede alcanzarlos.
Quisiera huir de este sueño pero sé que del otro lado de su dimensión está mi dolor verdadero. Quizás me despierte en la celda de un convento amarillo, con galerías llenas de sombras, y mire por esta misma ventana un cerro y un árbol que llora, y sepa entonces que he quedado definitivamente solo.

 

Santos Vergara-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *