Poemas

Fin de contrato

Sé que mi vida se repliega ahora

a una trinchera móvil

cavada en húmedas cajas de cartón,

a estallidos súbitos y ansiosos

de cintas de embalar voraces.

 

Aquí fue donde bailamos

el rockanroll de las patatas fritas.

En esta cama casi muero.

Llorabas desconsolada en esa silla

y yo sólo atinaba

a besarte las manos.

 

En el final el eco rebotando

de pared a pared

y obstinados imanes

aferrándose a la heladera muerta.

 

Sumisos, obedientes,

nuestros fantasmas

cancelarán las deudas,

nos buscarán sonriendo en los espejos,

regresarán correspondencia

a desesperanzados remitentes.

 

El polvo de los años

se asentará cantando

sobre estos pasos últimos,

este murmullo incontinente…

 

Silencioso llanto de babosas

en el patio:

las despedidas las abruman,

pobres bichos.

 

(De Amores muertos)

Gerardo Lewin-

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