Domingo de Enero en solitario
esperando escuchar un sólo acento
el suyo.
La tarde estrella su claridad
contra la penumbra de la noche
queriendo detener este tiempo
que sabe a revelaciones
a cantos olvidados
a besos de otras bocas
Me desvelo con su nombre
entre los labios que callan
y se desangran.
Pero llega su música
arrasando con todos
mis sentidos.
Victoria Asis-