En silencio los recuerdos que
no deben despertar mis errores
son de antaño y me perdonaste ya.
Los arrecifes son fuertes pues
resisten las caricias que a menudo
les da el mar.
No derrocho mi energía
es lo mejor de mi vida
que es tan fuerte como el mar.
La lámpara de la suerte
lleva años apagada
pero tú la encenderás.
Edras Arabal Brunet-