Porque vamos por la vida
que a tropezones se va…
y si a veces caemos
de nuevo nos levantamos
pues hay que seguir luchando
para de nuevo empezar.
Hoy siento que ya mi vida
llegó a su senda final,
entonces hago memoria
de lo que ha sido mi vida
y pienso en tantas cosas
que ahora yo cambiaría,
pero ya no hay marcha atrás.
Amigo, amiga si estás a tiempo
para de nuevo empezar,
en cosas que no has hecho
y que puedes remediar,
hazlo, como si de nuevo
tú volvieras a comenzar
pues si la simiente es buena
buena cosecha tendrás.
Y por esta última senda
que caminando se va
donde no hay equipaje
ni nada hay que llevar
porque aquí se queda todo,
tu riqueza, tu hermosura,
y también tu vanidad.
Y al andar por esa senda
que es el camino final,
sólo nos queda pedirle a Dios
en su infinita bondad
que perdone nuestras culpas
y aquello que hicimos mal
que nos abra las puertas
de su gloria celestial.
Conchita Augusto-