Poemas

Vuelo abierto

La mecánica natural del alma

hace que las pequeñas miserias

se conviertan en el riego natural del ojo.

Gota a gota trabaja la tristeza mientras el llanto

activa cada parte, cada minucia ordenada

en la memoria del dolor.

Entonces viene tu abrazo, tu súplica,

y el llanto avanza, transforma tu pérdida

en un sufrimiento líquido.

El ojo se cierra y la gota viene a colgarse de tu nariz.

Cae, y antes de estrellarse, forma en el aire un mundo

ausente de nosotros; un mundo transparente

que alcanza a brillar, a sacudirse como si estuviera vivo,

a reflejar dos rostros sorprendidos que no comprenden

cómo la naturaleza puede perder algo tan bello,

tan perfecto a la hora de reventar y que no los contenga

en cada astilla de agua que vuela cuando se abre.

 

Ricardo Miguel Costa-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *