Al nacer
cabías dormida
sobre mis manos
a tu lado
parecíamos gigantes
pero éramos pequeños
hija
los tres
en la palma
de la noche
No te asustes
hija
si en los sueños
aparece el viento del sur
trayendo un telón grisáceo de lluvia.
No temas al molino gigante
que gira alocadamente su cabeza.
No te asustes
si ves un niño
tímido y sonrient
en el trigal
se conocen
tiéndele tu mano
en la tormenta
Hugo Coneus-