Poemas

IV

Al nacer

cabías dormida

sobre mis manos

 

a tu lado

parecíamos gigantes

pero éramos pequeños

 

hija

 

los tres

en la palma

de la noche

No te asustes

 

hija

 

si en los sueños

aparece el viento del sur

trayendo un telón grisáceo de lluvia.

 

No temas al molino gigante

que gira alocadamente su cabeza.

 

No te asustes

si ves un niño

tímido y sonrient

en el trigal

 

se conocen

 

tiéndele tu mano

en la tormenta

 

         Hugo Coneus-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *