Guarda el amor
en tus solapas y bolsillos.
Protégelo del viento,
y de las tantas sombras
que habitan la noche.
Llévalo en tu sentir.
Intenta preservarlo
de mentiras y enojos.
Del aire enrarecido,
del sol agobiante.
Haz con él, un arco iris
incipiente.
Encuéntralo en una
gota de agua transparente.
El olvido acecha,
se esconde, sorprende,
agazapado espera.
La memoria alerta
intenta disuadirlo.
Solo ella puede contra
los confusos laberintos.
Echa luz sobre ese amor callado.
Expone el milagro,
por otros, olvidado.
Graciela Di Laudo-