Poemas

Romance de barco y junco

El junco de la rivera

y el doble junco del agua,

en el país de un estanque

donde el día se mojaba,

donde volaban, inversas,

palomas de inversas alas.

 

El junco batido al viento

-estrella de seda y plata-

le daba la espalda al cielo

y hacia el cielo se curvaba,

como un dibujo salido

de un biombo de puertas claras.

 

El estanque era un océano

para mi barco pirata:

mi barco que por las tardes

en un lucero se anclaba,

mi barco de niño pobre

que me trajeron por pascua

y que hoy surca este romance

con velas anaranjadas.

 

Estrella de marineros,

en junco al barco guiaba.

El viento azul que venía

dolorido de fragancias,

besaba de lejanías

mis manos y mis pestañas

y era caricia redonda

sobre las velas combadas.

Al río del pueblo, un día,

llevé mi barco pirata.

lo dejé anclado en la orilla

para hacerle una ensenada;

mas lo llamó la corriente

con su telégrafo de aguas

y huyó pintando la tarde

de letras anaranjadas.

Dos lágrimas me trizaron

las pupilas desoladas.

en la cubierta del barco

se fue, llorando, mi infancia.

 

Oscar Castro-

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