Poemas

A dieta

Me acosté sin cenar, y aquella noche

soñé que te comía el corazón.

Supongo que sería por el hambre.

Mientras yo devoraba aquella fruta,

que era dulce y amarga al mismo tiempo,

tú me besabas con los labios fríos,

más fríos y más pálidos que nunca.

Supongo que sería por la muerte.

 

Amalia Bautista-

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