Poemas

La gota

Una gota cae de una hoja distraída

lo que importa es mi mirada

que sigue su caída inexorable.

La luz, milagro de veloz materia

en el universo vacío, la enciende

y se prende en ese finito prisma

mi vida.

Con ella van cayendo mis glorias y miserias.

Creo entrever microscópicas lágrimas.

¡Cuánta pasión vivida!

Goce de existir mirando la gota

en su caída.

Aún no llega al suelo dorado.

Alfombra de otoño,

le queda un espacio de misterio

que mis sentidos deben descubrir.

Aquí estoy, suspendida en el tiempo,

rozando la alfombra dorada

bebiendo cada instante de la hoja que cae.

No me correré, aquí la espero.

 

Ana María Manceda-

 

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