Poemas

Ansiedad

Ella:

Sus ojos suplicantes me pidieron

una tierna mirada, y por piedad

mis ojos se posaron en los suyos…

Pero él me dijo : ¡más!

 

Sus ojos suplicantes me pidieron

una dulce sonrisa, y por piedad

mis labios sonrieron a sus ojos…

Pero él me dijo : ¡más!

 

Sus manos suplicantes me pidieron

que les diera las mías, y en mi afán

de contentarlo, le entregué mis manos…

Pero él me dijo : ¡más!

 

Sus labios suplicantes me pidieron

que les diera mi boca, y por gustar

sus besos, le entregué mi boca trémula…

Pero él me dijo : ¡más!

 

Su ser, en una súplica suprema,

me pidió toda, ¡toda!, y por saciar

mi devorante sed fui toda suya

Pero él me dijo: ¡más!

 

Él:

La pedí una mirada, y al mirarme

brillaba en sus pupilas la piedad,

y sus ojos parece que decían:

¡No puedo darte más!

 

La pedí una sonrisa. Al sonreírme

sonreía en sus labios la piedad,

y sus ojos parece que decían:

¡No puedo darte más!

 

La pedí que sus manos me entregara

y al oprimir las mías con afán,

parece que en la sombra me decía:

¡No puedo darte más!

 

La pedí un beso, ¡un beso!, y al dejarme

sobre sus labios el amor gustar,

me decía su boca toda trémula:

¡No puedo darte más!

 

La pedí en una súplica suprema,

que me diera su ser…, y al estrechar

su cuerpo contra el mío, me decía:

¡No puedo darte más!

 

Manuel Magallanes Moure-

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