Poemas

De noche

No ya mi corazón desasosiegan

las mágicas visiones de otros días.

¡Oh Patria! ¡oh casa! ¡oh sacras musas mías!…

Silencio! Unas no son, otras me niegan.

 

Los gajos del pomar ya no doblegan

para mí sus purpúreas ambrosías;

y del rumor de ajenas alegrías

sólo ecos melancólicos me llegan.

 

Dios lo hizo así. Las quejas, el reproche

son ceguedad. ¡Feliz el que consulta

oráculos más altos que su dueño!

 

Es la Vejez viajera de la noche;

y al paso que la tierra se le oculta,

abrese amigo a su mirada el cielo.

 

Rafaell Pombo-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *