Poemas

Humana

Hermosa y sana, en el pasado estío,

murmuraba en mi oído, sin espanto:

“Yo quisiera morirme, amado mío;

más que el mundo me gusta el camposanto”.

 

Y de fiebre voraz bajo el imperio,

moribunda ayer tarde, me decía:

“No me dejes llevar al cementerio…

Yo no quiero morirme todavía…”

 

¡Oh, Señor… y qué frágiles nacimos!

¡Y qué variables somos y seremos!

¡Si la tumba está lejos… la pedimos!

¡Pero si cerca está…no la queremos!

 

Julio Flórez Roa-

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