A decir verdad,
la lluvia no habla de ti.
Sí que hoy te confundí. Y ya van cuatro
entre la multitud.
Dejé que cayeran mis ojos al suelo
para que las personas adultas
al pasar no lastimaran mi amargura.
Y al entrarme de regreso en casa
encontré tu ausencia diseminada en el piso.
Roberto Obregón-