Poemas

Estruendo de la rosa

Mejor levantarse a tiempo,

antes que los poemas

y la vieja música de la infancia.

No se ve el otro brazo del sol.

El día empieza como una marcha de soldados,

caen al suelo blancos de papel los amigos.

Vámonos por las calles donde nadie es intruso,

pisando nuestros dolores,

hasta encontrar el sitio

donde la vida irrumpa

como desde la boca de un hechicero loco

 

Vilma Vargas-

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