Poemas

Claroscuro

Mi vientre atrapa fragmentos de universo

y los convierte en luz.

Crece el hijo y grita por los vientos

¡Heme aquí, convoco la mañana!

 

Busco desesperadamente algún empleo.

Pan y leche seguros para el niño

casa, cama

el amor que deviene de la tranquilidad de una labor digna.

 

Busco desesperadamente:

‘aquí, tal vez — me dicen — allá, tal vez’

y voy y corro

con el dolor y el miedo clavados en mi vientre

y con mis manos casi suplicantes,

y voy y llego y me hacen esperar

y en la entrevista

grita de pronto el hijo por los vientos:

¡Heme aquí, fabrico la esperanza!

y el empleador lo nota y dice:

No hay trabajo…

No podemos emplearla…

No creo que se pueda… No

No.

NO!

— no sé si pueda yo seguir luchando —

y sigo/

Sigo/

SIGO/

para este amanecer que casi implora desde el fondo de mí

y nadie

escucha.

 

Waldina Mejía Medina-

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