Carta a la gratitud

Tengo 43 años, y mi expectativa de vida era 42;

Es decir: vivo días prestados.

 

Y casi, “SOLO CASI”,  una vez fui feliz!

 

Como a todos los hombres me tocaron tiempos difíciles

(Esto es de Borges)

Y, a veces, estoy muy triste!

 

Sin embargo, desde la escarpa donde muere mi alma

pude construir un sendero de cornisas y rosas

hasta donde el agua es refrescante y clara.

Cuatro años demoré en conquistar la roca.

 

Pero repito: a veces, estoy muy triste!

 

Algunos días a la bendita hora que la noche cae,

ardieron mis venas…inmensurables…generosas.

Y ya no fui mío, sino de otras manos;

palabras de otra boca.

 

A veces también temblé, o reí, o canté.

O quise imaginar épicas como las de Homero o Virgilio.

Y buscar a mi Helena, que no es Helena.

 

Ayer medité frente al abismo

a la derecha de donde el sol nace, o se pone

(Ya no recuerdo)

Entendí que nada tengo para explicarle ni a la amistad ni al amor.

 

Me retiré cuando las sombras cayeron.

Esta noche vendrá por mí el desamor y no lucharé.

Estoy cansado y ya no soy joven.

 

Hoy también estoy triste!

Porque comprendí que amé, y que no me amaron!

 

Sergio Fabián Brites-