Poemas

Enciendo un fósforo

Enciendo un fósforo y nace mi mano.

Sobre el fondo una moneda flota o quizá

la redondez luminosa del ojo de un gato.

Hago ascender mi mirada arañando las tinieblas

y se hace libre allá, a lo lejos, en la cima

de todos los quejidos.

Es que estás a mi lado y aún no lo sabía

es que viajan en mí todos los pueblos

y ahora, precisamente, llaman a mi puerta.

Enciendo un fósforo y nace

tu cuerpo tejido con la noche.

Todo está tan cerca a veces, a un frágil dolor

de distancia

pero en verdad tememos horriblemente

saberlo.

 

José Acosta-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *