Poemas

Quemamos…

Quemamos palo santo.

Sahumamos debajo de las camas

dentro de los roperos

en las esquinas

de las habitaciones.

No quisimos guardar

el olor de la pena.

La casa se llenó

de un humo perfumado

que enrojeció los ojos.

Quemamos asimismo

pedazos de pasado

lo que no ocurrió nunca

lo que ya no seremos.

Humo de palo santo

purificando el alma de la casa.

Después

en el umbral

esperamos la luna

con la espalda liviana.

 

Águeda Franco-

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