Poemas

Éxodo

Calla, viento. Que no te escuche nadie.

Ni las humildes torres

apenas esbozadas,

ni las fieras murallas de cálidos colores.

Calla tu fiel silencio generoso,

velando mi secreto

a todos los oídos.

Claros, celestes ríos

ilustran tu sendero.

Los pájaros más leves te navegan.

Acaricia, protege todo ello

con mucha suavidad.

Pero que nadie sepa, a orillas de mi pena,

del afán que la mueve. Por igual

vuelen tus átomos agudamente,

como balas de nada diminutas,

que llegan sin que nadie las espere,

y se van… sin que nadie las retenga.

 

Jaime García Terrés-

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