Poemas

Ese Cristo

Ese Cristo de tápalo encarnado,

de terciopelo recamado de oro

me causa espanto, compasión, azoro

y lo llevo en mis ojos reflejado.

 

Ese Cristo en su cruz crucificado

me mira tenazmente y sin decoro

Él sabe que al mirarlo siempre lloro

y me pide por mi ser desclavado.

 

Yo miro su mirada legendaria

su agonía tan larga y estatuaria

y rechazo seguirlo contemplando

 

pues su muerte me está crucificando

y me huyo por las calles de cemento

huyendo de ese Cristo tan violento.

 

Guadalupe Amor-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *