Poemas

Alguna vez creí

Alguna vez creí hablar contigo,

Neruda, allá en tu tierra; tú decías

que la primera música en Parral

fue el soplo virtuoso de la espiga,

y aquel silbido patriarcal del viento

llevando sobre el lomo su familia

de cartas sin destino, de hojarasca,

de lágrimas y páginas escritas.

Contabas que te hiciste compañero

del sol que madrugaba con la brisa.

Sobre la miel y el pasto quebradizo

tendiste la frazada de tu vida.

También contabas que al amor cantando

del hielo liberaste a la poesía.

Jamás te perdonaron los poetas

que honraban las estatuas de caliza,

la musa muerta, la ya fría lágrima

que le quitó el pañuelo a la mejilla.

Jamás te perdonaron los poetas.

Tu nombre fue quemado en una pipa.

Volviste, tan alegre, de la hoguera.

Naciste, nuevamente, en tu ceniza.

Una pleamar de estrellas en el norte

levanta cada noche tu poesía.

 

Delfina Acosta-

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