Poemas

A mi corazón inconstante

Aprendí a conocer a la inconstancia

y a alargar el instante que me daba,

fui viviendo a medida que llegaba

el tiempo en el reloj: mágica instancia.

 

Tiempo de arena. Tiempo detenido

en mi mano alfarera que soñaba

aprisionar al viento que flotaba

sobre mi piel, en beso convertido.

 

Abrí los ojos. Era un nuevo día,

a lo lejos el viento se mecía

en la barca de un tiempo sin frontera.

 

Ha de volver un día a mi ventana,

la tarde lo traerá, tal vez mañana,

suspendido en el hilo de mi espera.

 

María Cristina Orantes-

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