Poemas

A una sombra

Sólo te vi un instante…

Ibas como los pájaros:

sin detener el vuelo,

sin mirar hacia abajo…

Cuando quise apresarte

en la red de mis manos,

sólo llevaba el viento

un perfume de nardo,

y ya lejos, dos alas,

borrábanse en ocaso…

¡Oh, visión que brillaste

como fugaz relámpago!

¡Oh, visión peregrina

que, cual ave de paso,

cruzaste por el cielo

de mis soñares vagos!

Tras ti, cual mariposas,

mis anhelos volaron,

y aun no tornan del viaje

que soy fiel y te amo.

Te amo con locura

porque en tu vuelo rápido,

no viste que se alzaban

hacia ti mis dos manos…

Porque ante mí pasaste

como sueño fantástico,

porque ya te extinguiste

como los fuegos fatuos.

¡Oh, aparición divina,

bella porque has volado!

¡No retornes del viaje!

Yo, con pasión te amo,

porque fuiste en el cielo

de mis soñares vagos,

solamente dos alas

y un perfume de nardo…

 

María Enriqueta Camarillo-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *