Poemas

Carta a Borges

Usted de mí no sabe nada, y poco importa.
Yo soy ese su poeta menor de antología
el que no diera nunca al sueño
la sublime sonata que soñara Darío.
Y yo a usted no le creo cuando
dice que tal vez ser feliz importe poco.
Porque a mí sí me importa y
a todos los hombres nos importa.
Hemos amado
y a veces también nos han amado
(cumplida fue la ley de oferta y de demanda).
Pero el amor se gasta, Borges,
y no lo rescatan cartas ni retratos. Triste, ¿verdad?
Inútil es dar vueltas al asunto.
También se vuelve a amar de nuevo, ¿es cierto?
Pero no alcanza, Borges, porque la felicidad
es más que un rostro una presencia un nombre
es todo eso
y el aire que los cubre
y el cielo que los mira
y el suelo donde pisan
presencia rostro y nombre.
Y es eso y otra cosa y no sabemos
y puede también tener otros colores
acaso el de la infancia, cuando la Nochebuena era
la noche de la magia.

Jorge Arbeleche-

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