Poemas

Sembrar alegría

El mundo precisa sembradores de alegría

dispuestos a secar las lágrimas del dolor.

 

Hay que alegrarse de vivir, de poder amar,

de ser el ser que dona felicidad a su paso.

 

Un corazón alegre es un corazón que vive,

que comparte y se parte de risa por todo.

 

Y no es que no se tome la vida en serio,

se la toma, pero con una mirada alegre.

 

Por una mirada, Bécquer ideó un mundo,

y por una sonrisa, entregó un cielo.

 

No sé si el cielo se gana por alegrías,

su visión armónica sí que nos despierta.

 

Aquel que vive en buena armonía por dentro,

vierte todos los sabores del gozo en los demás.

 

De él nace el júbilo y a él retorna la dicha.

Porque la gloria es tener con quien sonreírse.

 

En todo caso, la grandeza del ser humano,

reside en espantar los fríos y recobrar el calor.

 

Los que de corazón viven, desviviéndose,

suavizan las penas de otros y las suyas olvidan.

 

Pues aunque las penas nos apenen,

siempre hay momentos para reanimarse.

 

No hay emoción más necesaria que el ánimo,

que tomar la bravura como canción de luz.

 

Quien canta, enciende el entusiasmo,

y una persona encantada siempre sonríe.

 

Que nadie se canse de estar contento,

¡vale más avivar una fiesta que una guerra!

 

Víctor Corcoba Herrero – corcoba@telefonica.net

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