Poemas

Te miro

En cada casa del día te miro

como si fueras todas las ventanas,

uno por uno los llamados de la geografía.

 

Te miro entre naves blancas

que vierten el algodón de su sombra

en el mar callado

 

hondamente quieto en el rumor

del viento que inventa recónditos

pasajes de guitarras, te miro.

 

Te miro en las vertientes de plata fugitiva

que dibujan en las faldas de la piedra

nervaduras esmeralda.

 

En la razón del humus y la gota

y la terca utopía de la raíz, te miro,

en la constelación de las sustancias

 

y la maravilla del vino en su luna precisa.

Por las crepitaciones del pan,

en la mesa servida, te miro

 

embarcado en la claridad de tu cuerpo

en el mío, y en mis manos

te miro, en la vastedad de tu boca

 

en cada relámpago de la noche en calma

donde habitan los labios que se anidan,

en el pequeño país de los besos, te miro.

 

Gabriel Impaglione-

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