Solo pido que tú… Numen
acaricies mi alma
y una risa de enero
acompañe mi agosto.
Y en tus manos de musgos
reposar mis cansancios
acariciando en la tarde
los minutos de años.
Sólo pido una tregua
al camino dejado por la huella indeleble
que mi paso ha marcado.
Sólo pido a la vida
que, en mi sombra más densa
vislumbre ese túnel y la luz de tu esencia.
Alfredo Ismael Lamas-