Cuando se detenga el tiempo en tu bucólica voz,
aroma a invierno
cauce seco
ausencia escondida
surcos sabios de vida.
Cuando el peñasco dorado de tu alma
se recueste sobre el mar,
horizonte indivisible
simbiosis de esmeraldas y añiles
caprichoso vapor de agua púrpura.
Cuando tu instrumento toque las más dulce melodía
y se hagan tuyas a pesar de estar desnuda
y te vistan en la incesante danza del viento,
Se teñirán de amarillos mis mañanas
olerá a fresia y a jazmines
tú espíritu penetrará el mío,
extasiado
libre,
sincero
y reinará la paz,
transgresora
ardiente
fértil
y celosamente resguardada
la esperanza,
el tesoro más grande del mundo…
Sonreirá!
Bárbara Himmel-
Gracias siempre Marcelino por publicar mis poemas!!!