Poemas

Las bodas con Jesús

¿Faltar a mi deber? Jamás, amado,

pues si te fuera infiel ¿con cuál marido

tendría yo las bodas más hermosas,

que no sean ésas que pasé contigo?

He puesto petición en boca mía,

y tú con pronto sí me has respondido

aquella noche en que cayó el sereno

y había un cielo, y un primer rocío.

 

Fue desde entonces nuestro amor la casa

donde jamás llegó a nacer un hijo,

ni mundo pasajero techo halló,

aunque la mala gente a vernos vino.

Si bella todavía me encontraran

es porque en buena tú me has convertido.

 

Queriéndonos la vida es dulce día.

Amándonos la muerte es lar divino.

 

Delfina Acosta-

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *