Yo voy y regreso a la vida,
cuando tú cariño bueno
deposita en la frente la dulzura,
y deja en mi piel aroma a ternura.
Entonces el corazón que calla angustias
y expresa alegrías,
gritará a través de mis manos
y confesará en un papel escrito
un breve momento convertido en infinito.
Así se manifiesta este sentir
que conoce pasiones y sabe de tiempos.
El mismo que ha buscado espacios
abriendo trayectos, acortando caminos.
El que ha escondido lágrimas
y manifestado afecto
atesorando en el corazón
tantas cosas buenas con sabor a sentimientos.
Yo quise buscarle un nombre,
lo mencioné de diversas maneras.
Indagué en la plenitud de la razón.
Y al final me resigné;
decidí llamarlo Amor.
Vicky Martínez-
Pingback: 15 de agosto de 2012 : : Cronica Literaria