Poemas

Soliloquio

En tu ausencia

presiento tu presencia.

¡Esta loca manera de extrañarte!

Este dulce dolor que me acompaña…

 

El sinuoso camino de mi vida,

transcurrido por desiertos y ciudades,

se cruzó varias veces con el tuyo.

Hoy decidí seguirlo, paralelo,

escondida entre selvas y lagunas,

salpicada de luces y rocío.

 

Cada tanto te detienes a mirarme,

a recoger las flores perfumadas,

a tirar piedrecitas en el río,

a sentarte sobre la hierba húmeda

para ver nublarse

la luna y las estrellas.

 

Nunca habrá para nosotros

amores juveniles,

ni el arder de fogatas frente al mar,

o el perderse en las sombras caminando.

No tendremos espacios en el tiempo,

No tendremos campos verdes, o un trigal.

 

Pero, profundo como el cielo azul

y vibrante como las cuerdas tensas

que desgranan la música y el alma,

así siento nuestro amor,

así nos entregamos vos y yo, en mutua comunión.

¡Tantas cosas sentimos de igual forma!

 

es tan dulce y dolorosa tu ausencia,

que es casi… una presencia.

 

María Cristina Berçaitz-

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