Poemas

El arlequín

Llego a mis manos un día

un arlequín colorado,

que al mirarle no sabía

como a mi había llegado,

lo que observe es que tenía

un ojo destartalado.

 

Pregunte por todas partes

por el dueño del juguete y,

me dijeron que el paquete

había aparecido el martes,

con incontables emplastes

y de la cámara en un boquete,

confundiéndolo un zoquete

como gran obra de arte.

 

Lo coloque en un estante

como adorno distinguido,

dándome cuenta al instante

que la cara había movido,

más me dejo sorprendido

tan inconcebible desplante,

por lo que me puse delante

para comprobar lo sucedido.

 

No encontrando solución

sobre aquel suceso extraño,

ha pasado más de un año

pues sigue en mi habitación,

y creo que me evita el daño

al estar bajo su protección.

 

Joanmoypra-

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