Poemas

Como si

a las seis de la tarde

la ciudad llega a su clímax

miles de piernas vienen y van

mendigando un corazón desnudo

o un pedazo de Dios

sentado a la mesa de un bar

busco un signo oculto en la tarde

una lengua que  hable

el idioma de la luz

la mirada  vaga en la penumbra de otra tarde más

saber ser borde y soportarlo

provocar la eficacia de un puente

 

cada mesa de bar

tiene el rostro de la ciudad que la contiene

como la herida

la huella del corte

un sorbo de café

la mirada en la mano opuesta

lo ojos perdidos en la mirada

la mano bebiendo sola un café frío

vaya idioma éste

incapaz de acertar

con la pregunta adecuada

siquiera la oscuridad con la que alumbrar

un nudo en la garganta

 

yo tampoco tengo a mano

la llave de ninguna puerta

no quiero ser juez ni parte

tampoco

claro

busco quedar a salvo

cómo podría

quisiera

terminar este café

y hacer de cuenta que no estuve

 

Carlos Dariel-

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