Sé que no nos conocemos,
tú jamás habrasme visto.
Lleva el barco…que yo pinto
mar de témperas con remos.
Repite de nuevo esa sonrisa,
¡qué pena no tener más colores!
Traeré flores a la mesa
y desharé tu piel en soles.
Faltan gotas para tus pupilas,
las rellenaré pues de cristales
y a las aves de tus cejas
plasmaré volando en filas.
Usaré para el cabello
mil camellos caminando
uno a uno hacia el oasis
que hay situado tras tu cuello.
Es difícil reflejar
pues tu imagen es más pura.
Más entera que esta luna…
Más salada que este mar…
Daniel Martínez Bauzá-