Nada dura para siempre,
contigo lo he comprobado,
pues después de amarte tanto,
hoy siento que te he olvidado.
Yo pensé que vivirías
en mi alma eternamente,
y hoy compruebo con nostalgia
que me eres indiferente.
Tanto amor, tanta ternura,
tantos sueños compartidos,
después de unos pocos años,
todo quedó en el olvido.
Y aunque me siento feliz
porque ya por tí no muero,
me da pena que este amor
no haya sido duradero.
Miriam Herrera-