Corre que te siguen.
Son las perseguidoras
del ayer
que te acosan cuando duermes con los ojos abiertos.
No me mires a mi,
estoy igual que tú.
Solo busquemos caminos distintos
no quiero que colisionemos antes de tiempo.
Volá y gritá al viento
que hoy está lleno de sal
con ese frío helado
de las olas que rompen contra el cemento.
Todos en esta tierra.
Todos mirando sin ver
todos tratando de cuidarnos
sin quererlo saber.
Así que palpa la arena,
también el yuyal.
Esas miradas,
que traen bocas que ametrallan sin parar.
Ciudad que emana sangre negra,
gente china.
Pelos revueltos
con ropa invernal.
Imanol Prieto-