Llora el alma de extrañar,
llora por amar tanto
y no poderlo demostrar.
Porque existen paredes
que no puede derribar,
y el alma está llorando
por no poderlas tumbar.
Llora el alma, al mirar
que están cerradas las puertas,
por las que antes
libremente podía entrar!
Si, mi alma está llorando…
porque les han puesto candado,
y la llave no la puede
encontrar…
Es que no basta el amor,
para poder ser feliz?
y el alma…
no llore más?
Rosa Miranda-