Si te canto, ¿me escucharías?
Mi canto de voces escondidas,
mis tristes melodías
Que una vez trate de cantar
y recitar en una noche fría.
Si te hablo, ¿me responderías?
A mis pensamientos de poesía,
a mi talento de abadía
o sutilmente las aguardarías
en ese mar de nubes frías
O quizás con mi llanto abrirías
aquel vetusto acilo de laureles
el que se llena de simpatías
o el que gabela palabras crueles.
Si me callo, ¿callarías?
Mi tímida oración iracunda
prescrita sin moldes
y dictada a lejanía
o consolarías mi petición moribunda
que hipa de agonías.
Si me elevo, ¿enaltecerías?
mis súbditas rimas
que “nubelean” en la mar
en la mar de nubes frías.
Jairo Vergara-