Poemas

Canción para el alma

Por los caminos de Belén

hasta el aire ha dejado de ser aire

para no despertar al Niño.

 

El silencio es tan profundo

que todas las voces callan

y escuchan, sueñan y meditan,

para no lastimar la paz al Niño

 

Un coro de alegrías se oye a lo alto,

al abrigo de la vida,

va ensanchando nuestros ojos

para acariciar con la mirada al Niño.

 

El mundo tiene otra luminosidad,

otro consuelo, otra esperanza,

el de Dios con nosotros,

tan pequeño como un Niño

para que lo podamos amar

y tan grande como un cielo

para que todos los podamos abrazar.

 

Nos ha nacido un Niño,

despertad, buscadlo muy dentro,

nunca será tiempo perdido

caminar como una piña

y encaminarnos hacia la luz.

 

El Niño se deja querer,

pide nuestro amor;

se deja tocar,

pide nuestras caricias;

se deja ver en la humildad

de un pesebre,

pide que le acompañemos.

 

Nos regala una sonrisa de ilusión,

nos transforma y nos renueva,

ha entrado en nosotros

para embellecernos de eternidad.

 

En cada niño nace la vida

y en el Niño Dios nació el amor.

Un amor que con amor nos eleva,

a una vida que nos vive

por sí mismo para los demás.

 

Desde entonces habitan en el mundo

canciones de paz, letras de inocencia,

músicas que nos recuerdan al Niño.

Son versos de amor escritos por Dios.

Llevadlos al alma, esparcidlos por el mundo,

y retener al niño para ganar un corazón.

 

Víctor Corcoba Herrero- corcoba@telefonica.net

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