Poemas

La araña

Se encerró en sí misma,

entre sus sueños perdidos,

y con su ovillo tejió un columpio

donde balancear sus sentimientos.

 

Cuando al columpio se le partió una de sus cuerdas

ella abandonó las cuatro paredes,

pero le faltó valor para tejer

desde otras alturas

donde una caída al suelo sería fatal.

Inventé el amor y se creyó feliz,

pero volvieron a flaquear sus hilos

al ver pasar tantos inviernos

sin aquel cariño que con ilusión esperaba.

 

No pudo subir hasta un techo vecino,

pues todavía conservaba lealtad

hacia su pequeño cuarto,

a pesar de su colash de recuerdos

y los escobazos de cada día.

 

Finalmente volvió a sus cuatro paredes

para hacer una trenza

y prender de ella la gratitud

y el orgullo de haber nacido Araña,

en vez de Mujer.

 

María Caridad Lazo-

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