Yo soy, yo misma
anticipada a los tiempos de mañana
desenlace de mis propias elecciones
desarrollo de cada instante de mi vida
introducción apoteósica de lo que dicta el devenir
libre de estructuras
en un contexto prosaico
donde el espacio se hace finito
y en su finitud, ahoga
creando una disyuntiva más que moral, real
absuelta de pretensiones
y lejos de considerar una virtud al prejuicio
y en contra de todo mestizaje de la actitud
soy yo, yo misma
quien advierte ante el disconformismo esencial
del ser humano,
que hay un órgano vital para la razón,
y lleva por nombre Corazón !
Bárbara Himmel-
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